¿Sabes de dónde viene el agua con la que te duchas? ¿y la ropa que vistes? ¿alguna vez has pensado todo lo que ha ocurrido para que la comida llegue a tu plato? ¿y qué había en el lugar donde hoy resides? ¿Cuántas veces has reflexionado sobre el impacto que eso tiene en el entorno?
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU informa de múltiples cambios en nuestro medio ambiente, como el aumento del nivel del mar, la mayor concentración de las emisiones de gases de efecto invernadero y el incremento de la temperatura media a nivel mundial.
Es posible que no todas las causas estén bajo el control de la ciudadanía, pero también es cierto que, a diario, podríamos contribuir a que esta situación se revierta. Por lo que revelan los estudios, nuestras acciones cotidianas tienen un impacto sobre la economía y la sociedad, pero también sobre el ecosistema en el que vivimos y del que formamos parte. Esto deberíamos tenerlo más en cuenta en aquellas épocas del año, como la Navidad, en la que parece que nuestros hábitos dificultan más todavía el cuidado del entorno. Por ese motivo, aprovechamos para compartir algunas claves que pueden ayudarte:
Busca comercio justo. Sabes dónde se han fabricado y quién ha fabricado los productos que compras. Antes de comprar, infórmate de dónde se ha fabricado el producto y en qué condiciones estaban las trabajadoras y los trabajadores que lo elaboraron. Lo que no pagas tú, puede que lo pague otra persona.
Apuesta por la proximidad. ¿Seguro que es necesario comprar por internet? Busca propuestas en el comercio local y reduce la huella de carbono.
Come de manera equilibrada. ¿Importa más la cantidad que la calidad? Un menú proporcionado y con productos de temporada siempre es la mejor opción; más no siempre es mejor.
Reutiliza. ¿Usas papel reciclado para envolver o usas el de otros años? ¿vas a comprar con bolsas de tela? si no es así, anímate a hacerlo. Rodea los regalos con tela, papel reciclado o materiales que puedas reutilizar posteriormente, sin necesidad de renunciar a la estética.
Reflexiona antes de comprar. ¿Has pensado si consumir tanto es necesario? revisa lo que tienes, qué te hace falta, planifica tu compra y cuenta hasta tres antes de hacerlo. Dar un clic es más fácil que pensar en las consecuencias. Sé consciente de que en tu mano, está cuidar el medio ambiente.